viernes, marzo 02, 2007

Un día

vislumbrarás el horizonte de este día
que se repetirá algunos más
pero no te asombres ni te confunda.
La fortaleza temperamental del éxito es fugaz
y luego queda el poso de la desesperanza,
te lo digo por la experiencia que me otorgan
2 viejos años en penumbra y unos nuevos días
en silencios.
Y ahora que quiero estar contigo
me lo impide un estricto código ético-moral
que me lleva a afirmar taxativamente
que no te amo tanto como para renunciar a mis prejuicios
y que empiezas a formar parte de ellos.
Acumulo saliva, esperando escupir pronto
el nombre o el poema,
o la bilis de tu éxito.
Se publicarán tus memorias
y yo no estaré muerto
ni en ellas.

No hay comentarios: