Vuelvo con la marea
en el excesivo ímpetu de la feminidad
que existe en mí
No me alcanza para el cambio de sexo
ni para el cambio de tendencias
me alcanza para la rareza
para el extraño
para el cómputo global del poema
para la ida
Pensaré en ti
como en las otras
saber que ya no estás
no escribir más allá de estas líneas
no volver a decir
que oculto tras la madrugada
se esconde
Atisba una lágrima
extingue el fuego
dilucidar entre tanta gente
que tú no eres
la existencia