lunes, junio 09, 2014

Y como quiera que te trate el mundo
no pondrás una mano encima de la otra
hasta que conocerla haya sido
un latido

Infunde más por la mención
que explicita la ausencia
pero cabe recordarte cada día
que sin el vacío
no cabría el germen
porque el espacio- otrora indefinido-
aboga -hoy- por reclamarse
a sí mismo.

En función de haber necesitado
algo más
que haber estado
-meramente- presente.
Como quiera que tu verbo no conjuga con tu imperio
de saberte declarada en guerra
para con los nuestros,
coincide el autoimpuesto
y cavilan recogidas
en esencia ya fingidas.

El silencio y el delirio de dos cuerpos
sin incendio.