jueves, marzo 15, 2007

Así no

En el silencio
cuando no hay silencio
sino viento.
Ya no tengo calor
ni caricias
ni duermo 9 horas continuas
me despierto en la noche
el gato maulla reproduciendo una albada
no busco otros nombres
me basta el instante doloroso del tuyo
observo conforme los signos
admito la tristeza del día
y la acojo en mi seno
para cuando su recuerdo
me sea necesario por oposición.
No es lo que necesito
sino lo que quiero.
No es lo que puedo obtener fácilmente
sino lo que pelearé por alcanzar.
No es la conformidad del momento
sino la promesa del sueño.
No es un grito de auxilio diario
sino tu susurro de aliento en la noche.
Y aprenderé a buscarlo
y organizaré mis ausencias
para cuando regrese.
Y evitaré en lo posible
magnificar mis actos,
mis pensamientos.
No construyendo sobre una mentira
verdades tan grandes que luego cuesten
lágrimas y reproches.
Aunque la poesía de la experiencia
sea partidaria del acto poético
en la cumbre.
Aunque tú (invariable nombre de la musa)
no pertenezcas a esta raza incunable
de ficciones.

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