Cada día es una montaña rusa
"Relájate relájate".
No compres un arma
ni barbitúricos.
Nadie ama como tú, asumida Medea.
Ni busca la fusión con la fisión.
Atropellaste las señales del oráculo.
Transformada por momentos en ninfa
deidad ocupada en la apariencia.
Tu futuro destierro no terminará
la epopeya, si la hubo alguna vez.
No existen las razones celestes
sólo las iniciativas terrenales.
La antítesis llega a su fin
porque la tierra prometida invoca
nuevos servilismos que no aprendiste
a evitar en vida.
No puedes aspirar al heroismo
sacrificando nuevos nombres
los mimbres de tu flaqueza.
Tú no eres la suicida,
no perteneces a la estirpe.
Tampoco eres la libertad,
la creación no lleva tu firma.
Encuentra un lugar desde donde el firmamento
ilumine la ciudad y la noche.
Donde la luz artificial no sea guía.
Sólo tú tienes el don de tu ubicuidad.
Una decisión no ejecuta sus futuras renuncias.
Un sueño no comparece ante ningún jurado.
Ya lo dice el proverbio;
-"No eres río"
No te esclavizan pues, ni tus palabras
ni tus actos, ni la corriente de pensamiento voraz.
Y hay vuelta atrás si al entrar en el laberinto
te decidiste por un hilo de seguridad
que pueda auxiliarte llegado el caso.
Ahora, afuera del laberinto
sólo te espera un desierto.
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