sábado, marzo 24, 2007

Películas de amor

Todo esto es resentimiento.
Que por definición es la amalgama
de lo sentido, el revivir de las horas,
la continuación en la sombra.
No hay poesía a las 8 de la mañana.
No crecen lirios en los desagües.
"La vida no terminó en tus brazos".
No es engaño si asumes que existe el engaño.
El límite se impone desde la redundancia.
La historia que no sucede impone sus límites
a la distancia.
Dos cobardes mueren para dar paso
a dos neonatos que darán su réplica en la historia.
Hay un domingo de madrugada que amanece
una hora más temprano
de primavera. El sol relega su memoria
y existe quien reniega de la nostalgia.
No a las lágrimas como argumento.
No al exorcismo como leiv motiv poético.
No más. Y el alcohol cada vez más presente
pero a la vez más liviano.
La carga de olvido
directamente proporcional
a la imagen de la protagonista
acompañada en la historia
por el actor secundario
exigiendo mayor protagonismo.

Una voz en off secunda el guión
a la vez que sepulta la idea.
Ya no hay presupuesto para la película de amor.
Perdimos gran parte en las tomas falsas
y por errores imperdonables en el casting
de papeles secundarios y principales
y principiantes.

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