sábado, marzo 24, 2007

Cuenta atrás

Comienzo a estar cansado de ti.
No te esperaré mucho más
mi cuerpo se arrebata -cualquiera
lo diría- y masculla
tu nombre es una provincia
no la nación ni el gobierno
pero ahora ejerces infinitas
delegaciones y ministerios.
Abierta la oferta del silencio
en pos de una futura felicidad
que no tiene postulado ni fecha,
ni conversación más allá de lo cotidiano.
Y yo albergo un estado de amor
en descomposición, una mirada triste
y un pensamiento que cercena toda inteligencia
sólo es un run run constante
una impresión sobre la impresión del hecho
un invento, una construcción, un decorado,
un creo que, un me parece, un me imagino
tu cuerpo desnudo y ajeno
mi posesión mi débil propiedad privada
yo debí nacer griego o egregio
yo no supe verme en otro yo
ya no cabe hablar más de mi ni de ti
nadie nos imagina aún en esta ciudad
por separado
es sólo una fotografía
no nos imaginamos aún en esta ciudad
por separado
es sólo la inercia.
Dijiste las palabras mágicas
y yo, como en el cuento de la lámpara
maravillosa, desaparezco.
Sin dejarnos ni un sólo deseo.
Ni esperanza de regreso.
Ni una noche para la posteridad.
Y nadie nos imagina por separado
es únicamente una distopía por renegociar.

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