sábado, enero 20, 2007

Hay ganas

de mandarte al carajo,
no te creas.
Son demasiados años como para andar con rodeos.
De hecho lo haré sin miramientos
pues no me importas un carajo, o quizá
algo menos.
No miraré en todo el día el móvil,
la policía no me preguntará por mi coartada,
no nos encontraremos por casuística del destino
porque no hay ni 350 gramos de amor en esta historia
devaluada. Porque no entiendo las reglas del juego
y hace tiempo que me amonestan
por faltas leves y alguna expulsión
con sanción incluida
por exceso de fuerza en las acciones
por exceso de romanticismo en las formas
por exceso de equipaje en el historial.
Defectos de forma ineludibles
si sólo tienes ganas de decirme que;
"Hay ganas únicamente de follar".
Coincido en el diagnóstico
pero no sé tratar la enfermedad.

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