domingo, mayo 13, 2007

Pausa

La fractura del amor
es la contestación o la duda.
La pausa no indica quietud,
el silencio no es un aliado
y los días han de invocar
madrugadas.
Que a la pregunta:
¿Dime que volverás mañana?
sólo cabe
un beso y la presencia,
o la renuncia.
Que desde el desconocimiento
resuciten todos los demonios
y los suspiros endémicos.
Que el tiempo sólo sea amante
cuando medio amanecer muestre
una figura o un avatar
y la metereología no sea un tema
conversacional ni conservacional.
Ahora que la poesía es
conocimiento y patrimonio,
fundación de enigmas
y currículo oculto.
Ahora que el amor es un desconocido,
yo te invoco sin la praxis de tu nombre
por si el destino oferta
sus servicios a un precio módico
por si el crucero de sentimientos
no implica pensión completa
ligera de equipajes y respuestas.
Ahora que parece como si él
estuviera
jugando con el universo.
Cuando el concéntrico universo
somos nosotros.
Si acaso existimos
en algún lugar de tu acto, potencia
o memoria.

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