miércoles, febrero 28, 2007

(A UNA BAILARINA DE TANGO)

Con dos copas
ella siempre bailaba;
yo, por norma,
no solía moverme de la barra.
Era raro que fuéramos puntuales.
Nos gustaba pelear bajo la luna.
Era oscura, era pálida,
no usaba maquillajes.
Sus ojos perforaban
-color tacón de aguja-
los ajenos.
Su virtud más curiosa:
sonreía sin miedo.
Creo que le gustó, de mí, esta forma
que tengo de ser lento
y a la vez imprudente.
Nos quisimos un tiempo
o dos, quizá. No sé.
Fue el amor de mi vida para siempre
y luego no lo fue.

Andrés Neuman
"El tobogán"
XVII PREMIO DE POESÍA HIPERIÓN



P.D. Recomendado queda.

No hay comentarios: