miércoles, abril 18, 2007

La afección

Resulta de claudicar
a la proposición
por más opaca que resulte a la vista
y la limpidez resuelta en palabras
o guiños gestuales, haga temblar
las comisuras de los labios.

[Exprime al neófito como si un limón
sólo fuera jugo
como si la presencia
sólo fuera juego
como si abandonar lo colonizado
extraída la materia prima
no fuera un crímen o un genocidio.]

A la inteligencia le quedan las palabras
o los mitos,
al corazón sólo retazos y esquirlas.
Una voz abyecta infunde al exterminio
cada paso en balde es un peldaño en ristre
un poema no es la definición del estado
sino el estacionario triste de las conjugaciones
en verbos con claro afán revisionista.
Hay un ministerio del amor
y funcionarios tristes trabajando de 9 a 2
la hora del desayuno es sagrada,
la cola con el ticket en la mano
una falsa esperanza.

La afección se convierte en ingravidez,
el mudar de las cosas juzga el tiempo,
el software del ministerio cruza información
y muchas veces equivoca el destinatario y el destino.
Números para nombres
matrículas para todos
y colas de espera en cualquier parte;

"Perdonde, disculpe... señorita...
no puede colarse, delante suya hay gente esperando
desde hace más de un año.
Le ruego excuse nuestra ineficacia,
pero los medios son escasos
y necesitamos más personal y menos horas de trabajo."

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