martes, enero 18, 2011

Un corazón disiente
hacia dónde
con la sonrisa poderosa
de la muerte
no vayas en fuga hacia su boca.

Si la rémora es un ocre nostálgico
que abandona los días
en una diáspora cromática
hacia el óleo
para convertirse en musa
inexplicable de la obra.

Un hombre camina poderoso
fugaz como una esquirla
la palabra adiós le atemoriza
no saber el profuso camino
al precipicio.

La extraña diletante...

Diseñas el color de la ciudad
que jamás llevará tu nombre
Incorpora un recuerdo
como incógnita se establece silente
accede el organismo a la euforia:
saberse comedido en la hormona.

No ir.
Ante la réplica
sicarios que establecen la permuta.
No ir, un momento electo
sucede en un instante.
Compete al universo
decidir...

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