He mirado en el fondo del armario
debajo de la cama
entre el edredón
aún no he echado a lavar las sábanas
-no huelen-
no sé si tirar el cepillo de dientes
-el mío- (porque está más usado)
pongo una vez tras otra
esta canción
-la que fracciona mi alma-
y no brotan
del misterio de una mirada
no se puede establecer un amor
lloro por las dos
sobre todo por mí
que soy el terrible
el vacío indómito
de la madrugada
no vendrá la pulsión
ni la mesura de los cabellos
crema hidratante en las manos
si agrieta el tacto
lo que una vez delineó verdad
ha traslucido
morir
nunca es la solución justa
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