jueves, abril 24, 2008

Twenty four hours

Siempre tuve 24 años
a la ficción le resultaba más cómodo

Lo pensaré para mí

Y entonces harás una locura
cometerás un crímen
tal como hablar del sol o la luna,
esos complementos de lugar a los que ya no acudes
porque son mentira

Todos los sitios
en los que ya no existes porque son verídicos

El cansancio ha ocupado lugar
el saber ha detentado el poder
un amor que no es un templo

No se puede robar una hora de sueño
no se quita una vida en una hora
no se embarca la esperanza en el tiempo

Pides que escriba deprisa
quieres que ame despacio
deseas por encima de todo
que no me dé cuenta de que te estás acercando
lentamente
como el mutar de los días
que no aprecian la estación húmeda

Llegados a este punto, de indiferencia
e indefensión
sólo admites querer
si implica un plazo mínimo
de 6 meses en adelante,
si admitir querer
no implica un cupo máximo
de errores inextricables

Si la palabra "te quiero"
no es el último comodín
de la última noche en la tierra

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